El sábado, a última hora de la tarde, me llamaron unos amigos para ir a comer el domingo y, claro está, no tenía pensamiento de ir sin preparar ningún postre. Así que me puse a mirar que tenía, pues había llegado el viernes de vacaciones y no tenía casi nada, e improvisé con lo que encontré.
- Medio paquete de galletas digestive.
- Mantequilla.
- 600 ml. de nata líquida.
- Un vaso de horchata.
- Unas natillas de chocolate.
- Un vasito de leche.
- 3 sobres de cuajada.
- 3 cucharas de azúcar.
Preparé la base de la tarta desmenuzando las galletas y mezclándolas con mantequilla, lo puse en el molde y lo metí en la nevera.
Mezclé 400ml. de nata, el vaso de horchata, el azúcar y dos sobres de cuajada. Lo batí para que se mezclara bien y lo puse a calentar hasta que empezó a hervir. Lo dejé cocer un ratito y lo eché sobre la base de galletas.
Mientras se enfriaba, hice lo mismo con las natillas de chocolate, las mezclé con 200ml. de nata, el vasito de leche y el sobre de cuajada. Lo dejé cocer un poquito y lo eché sobre la capa de horchata.
Dejé enfriar y adorné con una galleta desmenuzada.
Aparté un poquito de cada e hice una copita, a la cuál le puse, entre la capa de horchata y la de chocolate, otra capita de galletas.