Esta tarta se la hice para mi padre. No se la esperaba, ya que habíamos llegado a media mañana de Orense (ellos viven en Salamanca) y no la había visto cuando nos fue a ayudar con los niños y las cosas. Me vió subir algo y no sabía que era. El caso es que estuvo mirando por la cocina y en la nevera con la escusa de ir a por el vino o alguna otra cosa y al no verla pues se imaginó que con el viaje y el calor, pues no le había hecho nada. Así es que, al acabar de comer y llevarla a la mesa, preguntó que donde estaba, que no la había visto. Yo cuando llegué, la escondí en el armario de mi habitación, allí seguro que no la buscaba. Ni que decir tiene, que le encantó. Además le pusimos la vela de la
copa, para rematar.
Siento no poner foto del corte, pero se nos pasó.
Bueno, os digo de que era:
Como a mi padre le gusta mucho el chocolate, le
hice bizcocho de brownie (al que mojé con almíbar
hecho con un poquito de anís) y lo rellené de ganaché
de chocolate negro con crocanti.
Lleva dos fondant, el rojo lo hice yo con nubes y el azul es comprado, ya que quería probar como sabía. Personalmente, me gusta muchísimo más el hecho en casa, no tiene nada que ver.
Que buena sorpresa se tuvo que llevar tú papiiiiiiii!!!! y es que no hay mejor regalo que ver las caras de la gente que recibe estas tartas, con eso ya tienes todo pagado. Te quedó genial, y el verdad, no tiene nada que ver el fondant echo con el comprado, pero bueno, tambien depende de la marca q compres. El credipaste es el que tiene mejor sabor de todos los comprados, auque el de casa le gana de sabor. Besitos guapaaaaaaa!!!!!!!!
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